Si las piedras hablaran

Yucatán es un lugar mágico y no lo digo yo, lo dice su historia, la de sus monumentos arqueológicos que nunca dejan de maravillar; aún después de haberlos visto muchas veces.
No pretendo hacer un post tipo promoción turística o algo por el estilo y creo que sera difícil que no suene así, cuando menos lo intentare.
En muchas partes de Yucatán existen vestigios arqueológicos, algunos (los menos) han sido restaurados, otros tantos permanecen en el abandono y en casos extremos hasta en el anonimato.
Llama la atención que varios poblados están asentados sobre lo que fueron ciudades mayas. La propia ciudad capital, Mérida, esta construida así.
Hay lugares donde, en la plaza principal, conviven edificios antiguos, modernos, templos religiosos y hasta una pirámide de la antigua ciudad maya. Es como viajar en el tiempo con solo mirar a nuestro alrededor.

Izamal es una de las ciudades donde se puede ver claramente esto, debido a que la ciudad colonial se asentó sobre la prehispánica, aunque gran parte del antiguo asentamiento fue destruido, permanecieron los grandes edificios que hoy se ven en el centro de la ciudad y numerosas plataformas prehispánicas en los alrededores, las cuales parecen cerros. Por tal motivo, Izamal es conocida como “La ciudad de los cerros”.

Existe una gran pirámide llamada Kinich Kakmo rodeada de casas coloniales, desde la cual, si uno sube a su cima; se puede apreciar la ciudad y el enorme convento franciscano que se encuentra en la plaza principal.

Si las piedras hablaran, les apuesto que contarían grandes historias