Reclutando Ideas

Escudriñaba con la mirada, buscando cualquier indicio que le indicara que la persona que tenía enfrente era la adecuada. Con esta, eran ya cinco a las que había entrevistado en tres días y aunque parezca tarea fácil, ni cerca estaba de serlo.

Estaba cansado, desanimado por no poder convencer a tan siquiera a una de esas personas, que si lo que buscaban era dinero, ahí no era. Y lo peor de todos es que cada uno de los que habían desfilado ante él, todos, absolutamente todos habían dicho que si. Parecían entusiasmados pero en el fondo algo le decía que no sería tan sencillo, que no podía ser que sin chistar demasiado aceptaran las condiciones que les ofrecía.

Si de algo estaba consiente, es de que no estaba ofreciendo un trato ventajoso en lo económico, ¿pero que le hacía? solo estaba cumpliendo con la encomienda de "conseguir" a alguien que pudiese con el trabajo. Hubiese sido feliz si solo se tratase de medir las aptitudes del aspirante y dejar que otro ofreciera el sueldo para el trabajo a realizar; no sería "culpable" del engaño o del desengaño en todo caso.

Recordaba como había sido, como había llegado hace casi 10 años buscando una oportunidad de aprender, con la idea fija de empezar desde lo básico pero sin perder de vista el objetivo final.

Ahora le parecía que no, todos buscan empezar mínimo desde en medio, sin sacrificar - no es que sea malo - y se ponía a pensar en que si hubiese querido o tenido la oportunidad lo habría hecho así. Aprender sin sacrificar!

Cualquiera que tuviese claro lo que quiere, que no desespera en sus objetivos; establece metas - si encuentra un atajo lo toma - sería bien recibido. ¿Pero donde encontrarlo?, o estando sentado frente a él ¿como identificarlo?. Es también un oficio que se aprende y lo estaba aprendiendo sobre la marcha, frente a un aspirante más, intentando descifrar las lecciones que no están escritas en ningún lado a pesar de existir cantidades importantes de libros, donde se presentan decálogos o infinidad de métodos de como identificar a un buen prospecto para desempeñar un trabajo específico. Patrañas - pensaba - como si esto fuese un campo de exterminio donde dices: este no, parece débil; este si, parece fuerte. Sabía que no había plantilla exacta para encajar a un ser humano. Así son los criterios, demasiado subjetivos como para tomarlos tan en serio, pero por otra parte quien no le ha hecho caso a su "intuición" alguna vez.

Si acaso la "selección natural" le ayudaría, el temple demostrado por el aspirante ante la lista de responsabilidades a adquirir, el aplomo para decir las cosas, sin rodeos, sin medias tintas, sin un "podría ser" o "si me enseñan puedo". Frases que establecían en su mente punto de comparación con otros en igualdad de circunstancias.

Se imaginaba a si mismo como un león observando a una manada de caribús, identificando al que cojea, al que camina muy despacio, el animal enfermo y débil, ese que sería presa fácil; en este caso no de él pero si de los "leones" que deambulan en el medio.

No quería menospreciar a nadie, pero buscaba algo que le indicara quien era la persona correcta y no al final escoger al único que dijo que si, solo por valiente.

Hoy ya es viernes y es el segundo día de trabajo de su "elegido", no quedando otra cosa más que esperar para saber si escogio bien y sino, pronto tendría que reiniciar la búsqueda de un sustituto.